Nada mejor para mitigar el sufrimiento de un día duro y aciago que endulzar el paladar con un postre delicioso. Si además optamos por relajarnos mientras lo preparamos nosotros mismos, conseguiremos un beatífico estado de felicidad. Un postre casero y de sencilla preparación como el que podéis encontrar en el blog postres caseros cuyo único inconveniente es que su uso continuado puede provocar adicción. ¡Arriba ese ánimo!

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